El recurso que fue redactado por la abogada Hilda Cerda, solicita suspender la próxima votación del TPP-11 y que se oficie al Congreso Nacional para que expongan el texto íntegro del tratado.
Bajo las nubes de un día miércoles que prometía ser lluvioso, cientos de personas llegaron hasta el frontis de los Tribunales de Justicia, ubicados en las calles Morandé con Compañía, en Santiago Centro, para ejercer su derecho civil de interponer un recurso de protección, en este caso, en contra de los miembros de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara de Diputados.
Patricia “Dedos Verdes” Núñez, guardadora de semillas e integrante de la Escuela Agro-ecológica en Resistencia Reberde, estuvo junto a su organización, desde las 10 de la mañana entregando las páginas impresas, listas para firmar, del recurso de protección que busca generar presión social y mediática en contra de la aprobación del Tratado de Asociación Transpacífico, conocido como TPP-11.
“El principal énfasis que tiene el contenido de este recurso es el hecho de que se realizó la votación de este tratado solo con quórum simple, esto quiere decir, con la mayoría que se obtenga entre los parlamentarios presentes, como si no pasara a llevar la Constitución”, explica Patricia.
Según la activista y tal como dice el recurso de protección, el TPP-11 debió ser votado bajo el quórum que requiere una Ley Orgánica Constitucional, es decir, con 4/7 de los diputados en ejercicio, o en porcentaje: 57,14%.
El recurso que fue redactado por la abogada Hilda Cerda, solicita suspender la próxima votación del TPP-11, hasta que se resuelva las peticiones que establece el documento, como esclarecer con qué fundamento se respaldó la votación con quórum simple, y que se oficie al Congreso Nacional para que expongan el texto íntegro del tratado internacional que contiene más de 6 mil páginas.
Antes de las once de la mañana, las treinta copias del recurso de protección que llevó Patricia, ya habían sido repartidas. Los más jóvenes fueron los primeros en llegar y el frontis del tribunal se llenó de universitarios. Florencia Corvalán, estudiante de Actuación, dice que considera la aprobación del TPP-11 como un peligro.
“Este tratado es muy poderoso y supera la autonomía y soberanía del país. Ni siquiera los políticos de Chile, aunque no sean muy útiles, podrían tomar medidas concretas, porque las transnacionales nos llevarán a tribunales internacionales si no se les deja, por ejemplo, seguir interviniendo la naturaleza, los ríos; respaldándose en que perderán plata”, explica.
Camino al mediodía, las idas y venidas para fotocopiar el documento eran constantes y la fila para entrar e interponer el recurso de protección, se extendía por todo el ancho de la vereda y sumaba más de cien personas. “Decidimos que cada uno realice esta acción a nombre propio para que el tribunal se llene de recursos de protección y noten que somos muchos los que nos estamos manifestando”, explica Patricia.
Dentro de la larga fila, estaba Paula Pérez, quien llegó hasta el tribunal con su hija pequeña en brazos. “Soy mamá de dos niñas pequeñas y estoy aquí para defender las semillas de mis hijas, porque son alérgicas alimentarias múltiples. Cualquier modificación a la semilla les hace un daño inmenso, dejan de crecer y sangran a través de sus desechos. No puedo permitir que se apruebe este tratado”, explica Paula.
A Gloria Jiménez no le importó el intenso frío ni su avanzada edad, y llegó a ejercer su derecho civil porque considera inaceptable que los parlamentarios aprueben este tratado. “Me parece inconcebible que vendan y comercien las riquezas del país. Si ellos tienen un milímetro de decencia deben renunciar a sus cargos, o los sacamos nosotros”, enfatiza.
Cerca de la una de la tarde, la fila aún continuaba y avanzaba de diez en diez. Tomás Martínez, estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables de la Universidad de Chile, explica que la votación en simple del tratado, pasa a llevar garantías institucionales, como realizar la consulta obligatoria a los pueblos indígenas para medidas que les afecten, que establece el Convenio 169 de la OIT.
“Este tratado va a influir en demasiados aspectos del país, debiese haber sido votado como una Ley Orgánica Constitucional. La idea de este recurso también es causar impacto mediático para que este tratado, que ha sido negociado entre cuatro paredes, sea conocido por todos. Queremos que tenga un mayor alcance antes de la votación en el Senado”, detalla Tomás.
“Que vinieran tantos jóvenes demuestra que no es cierto que solo queremos hacer destrozos, nos mueve una causa y queremos impedir que se apruebe un tratado que provocará daños irreparables en el país”, enfatiza el estudiante de ingeniería.
Patricia dice que para la organización, la convocatoria fue un éxito. “Calculamos que vinieron alrededor de 200 personas, la mayoría jóvenes, los que siempre están en las protestas, y en mi opinión, los mismos que llaman a no votar. Pero hoy están ejerciendo un derecho civil, y se pensó así por consecuencia y conciencia. Recurrir al mismo sistema con el que no estamos de acuerdo, pero siendo avalados por un derecho que por lo menos, nos corresponde”, enfatiza la activista.
Según la activista, si el recurso se declara inadmisible, volverán a elaborar otro que sea aún más específico. Y si estas acciones no dan abasto, recurrirán a tribunales internacionales. Quienes quieran participar de la iniciativa pueden descargar el recurso de protección aquí, imprimirlo e ir los Tribunales de Justicia con su cédula de identidad.