Liquiñe y Coñaripe son dos pequeñas localidades ubicadas en la Región de los Ríos, caracterizadas por su abundancia de recursos hídricos. A fines del año 2007, la empresa de capitales noruegos SN POWER que tenía proyectó la instalación de tres centrales hidroeléctricas en la zona. Para realizar dicho fin, la empresa adquirió una gran cantidad de derechos de aguas en los ríos del Territorio, pasando por sobre los derechos de las comunidades indígenas que desde tiempos ancestrales hacen uso de dichas aguas, actuando la empresa bajo el amparo de la legislación chilena que concede la utilización de los derechos de aguas a los particulares para que éstos luego los trancen en el mercado. Producto de la oposición de las comunidades indígenas del Territorio, a mediados del año 2011, la empresa SN Power decidió vender sus acciones de participación en el Trayenco S.A., lo que derivó en un retiro del proyecto. Tras ello los derechos de agua fueron adquiridos por la empresa argentina Hydroaconcagua S.A., la que busca revitalizar la instalación de los proyectos en el Territorio.
En dicho territorio el Observatorio Ciudadano ha realizado un monitoreo del proceso y ha acompañado a las comunidades locales, colaborando con la elaboración de estrategias jurídicas para la defensa de los derechos territoriales de las comunidades locales. Dicho trabajo se vincula principalmente con la documentación del conflicto, y trabajo con las organizaciones locales en el fortalecimiento organizacional.