Karina Vargas H.
Coordinadora Programa Derechos de Pueblos Indígenas del Observatorio Ciudadano
Coordinadora Consorcio TICCA Cono Sur
El encuentro de discusión y negociación más importante sobre el Convenio de Diversidad Biológica de la Organización de Naciones Unidos terminó hace unas semanas en Cali, Colombia.
La COP, Conferencia de las Partes, es el órgano que toma las decisiones sobre el Convenio de la Diversidad Biológica. En estas negociaciones se establecen, por ejemplo, agendas, compromisos y marcos de acción que deben implementar los Estados para conservar la diversidad biológica en todos los niveles: ecosistemas, especies y recursos genéticos, decisiones que sin duda impactan en nuestra supervivencia y formas de vida.
Este año los países debían cumplir con presentar sus Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad, es decir, cómo se están organizando y planificando para alcanzar las metas del Nuevo Marco Global de Biodiversidad Kumming- Montreal. Sin embargo, sólo 35 países cumplieron con esta tarea. Chile no no fue uno de ellos Sólo presentó algunos avances entre los que se encuentra un Plan de Acción Empresarial en Biodiversidad, que busca que el sector empresarial contribuya en la protección de la biodiversidad.
Más allá de lo difícil que parece ser avanzar del compromiso a la acción, la COP16 nos dejó algunos logros importantes de resaltar:
- La creación de un nuevo órgano subsidiario dentro del Convenio de Biodiversidad para la implementación del artículo 8J (artículo que aborda los conocimientos tradicionales)- Este nuevo órgano trabajará de forma permanente para fortalecer acciones e iniciativas para los pueblos indígenas y comunidades locales que busquen proteger y promover sus conocimientos tradicionales. La creación de este nuevo órgano fue muy esperado por los pueblos indígenas, ya que permitirá realizar recomendaciones al Convenio de Biodiversidad sobre el rol, aportes e iniciativas de los pueblos indígenas en la conservación de la biodiversidad.
- El reconocimiento del pueblo afrodescendiente: Se reconoció el rol del pueblo afrodescendiente como actor fundamental en el cuidado y la protección de la biodiversidad. Lo cual permite impulsar acciones y compromisos con estos pueblos y les permite acceder a recursos para financiar iniciativas enfocadas en la conservación y gestión de la biodiversidad, así como participar de las discusiones y negociaciones de la próxima COP.
- La protección de áreas marinas claves para la protección de la biodiversidad. Se reconocieron las Áreas Marinas Ecológicas o Biológicamente Significativas (EBSA por sus siglas en inglés) son aquellas que cumplen funciones clave para el funcionamiento de los océanos y los ecosistemas marinos. Esto ayudará a cumplir con la Meta 30×30 en relación a la conservación de áreas marinas de alta importancia ecológica. Se estableció un marco para identificar y actualizar estas áreas basándose en criterios científicos a través de un grupo de expertos de diversas partes del mundo, en el cual se promueve la participación activa de los pueblos indígenas y comunidades locales.
- La necesidad de fortalecer los Planes de Acción sobre Género y Biodiversidad. Solo algunos países presentaron sus Planes de Acción sobre Género y biodiversidad, por lo que durante la COP16 se acordó ampliar y profundizar los Planes de Acción sobre Género, para que incluyeran compromisos más concretos y no solo reconociera el papel crucial de las mujeres en la conservación de los ecosistemas, promoviendo el empoderamiento y la participación en la toma de decisiones. Por su parte las mujeres originarias, de comunidades locales y sociedad civil en general resaltaron la necesidad de incluir datos de género en los marcos de conservación y en los planes y estrategias nacionales, pues contar con datos desagregados por género es un paso esencial para lograr metas de biodiversidad más justas e inclusivas.
Así, la COP16 cerró con algunos avances importantes, y muchos desafíos por delante, centrados principalmente en las capacidades y voluntad política de los gobiernos en avanzar realmente en los compromisos asumidos. Los pueblos originarios, comunidades locales, pueblos afrodescendientes, mujeres y jóvenes seguimos allí, no solo como custodios y custodias clave de la biodiversidad, sino también esperando aportar con nuestros conocimientos, iniciativas y ciencia indígena a una mayor protección de la biodiversidad. Escuchar estas voces y propuestas sin duda ayudará a los gobiernos a cumplir lo que les resulta tan difícil.