La Sra. Mariñao fue tomada por ambos brazos, un carabinero a cada lado, siendo arrastrada hacia un carro de policía. La machi Mapuche estuvo cinco horas detenida en la comisaría de Tirúa. De igual forma, el Sr. Bresciani, sacerdote jesuita, quien lleva años de trabajo pastoral en la zona, denunció también un excesivo uso de la fuerza policial, siendo tirado al suelo y posteriormente detenido de manera abrupta por los carabineros. Ambos fueron liberados el mismo día sin cargos.
El Observatorio (FIDH-OMCT) y el OC condenan rotundamente la detención de la Sra. Mariñao y del padre Bresciani, y temen que ésta haya sido motivada por sus actividades como personas defensoras de los derechos del pueblo Mapuche.
El Observatorio (FIDH-OMCT) y el OC subrayan que la pertenencia al pueblo Mapuche cuenta con especial protección por los estándares internacionales de derechos humanos, entre ellos, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Asimismo, invocan al Estado chileno a cesar todas las acciones y métodos represivos dirigidos a las comunidades Mapuche y sus defensores, sobre todo, a las que se encuentran en proceso de recuperación de tierras.
El Observatorio (FIDH-OMCT) y el OC recuerdan que en el contexto de la criminalización de la protesta social Mapuche en los últimos 30 años, un gran número de dirigentes, integrantes y defensores del pueblo Mapuche se encuentran criminalizados y/o privados de libertad, siendo sometidos a periodos de prisión preventiva y penas desproporcionadas, lo que, sumado a las precarias condiciones sanitarias de los recintos penitenciarios, implica una seria amenaza a su vida y su salud en el contexto de la pandemia del COVID-19.